Síntesis y progreso
¿Alguna vez has pensado en un dios, pero no como creador/deidad universal, sino como concepto, es decir como síntesis en donde concuerda lo que ES con lo que queremos que sea, es decir el DEBER SER?
Si vemos a dios como un ser supremo nos oponemos a la libertad moral, subordinamos el deber ser a un modelo trascendente. Las consecuencias de esto es que el mundo queda subordinado a lo que un poder superior determine. Entonces nuestra voluntad moral corre peligro, porque no somos nosotros los que decidimos qué hacer. ¿Pero acaso no estamos subordinados a la causalidad del universo, esas "leyes" materiales que rigen todo proceso?
Dios, según Kant es la unidad sintética en donde aquello que debe ser (desde la libertad de la consciencia moral), concuerda con lo que es. En otras palabras, lo que es bueno existe, y no sólo debe existir. Pero esto nos lleva a un conflicto interesante. La problemática de ver a la historia como una progresión hacia lo bueno que existe. ¿Cómo estamos seguros de que la historia no es una imposición de un órden, cuando en realidad lo que describe la historia es nómada (jamás se asienta o se centraliza en torno a un fin) , como plantea Deleuze? Existe esta idea de explicar la historia de acuerdo al progreso. Un progreso justificado por la voluntad moral, que persigue el control de la naturaleza a través del conocimiento científico. Aquí yace la inspiración de la tecnología.
La idea kantiana de dios entonces propone una síntesis de toda transición, de todo progreso. Es el límite de una serie compleja de eventos que converge cuando "n" tiende al infinito. Es compleja, porque su parte real es la acción efectiva (física) y la voluntad moral su parte imaginaria (metafísica). Esta síntesis a su vez propone un punto en el cuál los seres humanos ya no necesitarán ejercer más acción en el mundo terrenal, pues ya lo que DEBE SER, ES. En las palabras de Manuel García Morente:
"Dios es aquel ente metafísico en donde la más plena realidad está unida a la más plena idealidad; en donde no hay la más mínima divergencia entre lo que se considera bueno, pero no existente y lo que se considera existente".
La idea kantiana de dios entonces propone una síntesis de toda transición, de todo progreso. Es el límite de una serie compleja de eventos que converge cuando "n" tiende al infinito. Es compleja, porque su parte real es la acción efectiva (física) y la voluntad moral su parte imaginaria (metafísica). Esta síntesis a su vez propone un punto en el cuál los seres humanos ya no necesitarán ejercer más acción en el mundo terrenal, pues ya lo que DEBE SER, ES. En las palabras de Manuel García Morente:
"Dios es aquel ente metafísico en donde la más plena realidad está unida a la más plena idealidad; en donde no hay la más mínima divergencia entre lo que se considera bueno, pero no existente y lo que se considera existente".
Sin el concepto de dios la humanidad no podría reconciliar aquello que debe ser con lo que es actualmente. Por lo tanto el concepto de dios tiene un orígen interesante, pues es el resultado de la tragedia humana: la crísis de la voluntad que puede valorar infinitamente pero no controlar todo lo que le acontece. Creo que Sartre lo expresa mejor que yo: "El hombre es una pasión inútil".
Pero no hay que confundir al dios como concepto o síntesis del progreso. Ni suponer que sólo hay una síntesis o suma de progresos posible. En todo caso (quiero pensar) dios es un rizoma, es la expresión de la multiplicidad de fines, no UNA unidad jerárquica. Tal confusión es el motor de las guerras "santas" de la modernidad: El oriente contra el occidente. Es una omisión tal vez no inocente y accidental sino producto de la sed de poder y control del ser humano (motivada por el miedo, por ser pasión inútil).
La idea de progreso en la tecnología
Kant culmina su obra maestra, La Crítica de la Razón Pura, estableciendo la primacía de la Razón Práctica (consciencia moral), sobre la Razón Pura (conocimiento del mundo, ciencia). Pues el conocimiento del mundo en sí mismo no contiene una dirección, un DEBER SER, sino que solamente muestra las categorías (relaciones causales, composición, propiedades) de los objetos que estudia. Por otro lado la Razón Práctica es el ejercicio de la voluntad autónoma; da dirección al conocimiento. La Razón Práctica implica la toma de decisiones de acuerdo a un fin. La Razón Práctica es la respuesta humana a los imperativos que se le proponen: ¿Qué debo hacer?, ¿Cómo debo actuar?, ¿Por qué debo actuar así?. De tal manera que una acción puede ser descompuesta en forma y materia. Siendo la forma el porqué de la acción (reflexión) y la materia su efecto (lo que se hace).
Entonces podemos concebir a la Razón Pura, o teórica como el esfuerzo por conocer lo que acontece, y a la Razón Práctica como la respuesta voluntaria del ser humano a lo que acontece. Cabe mencionar que en esta voluntad se encuentra contenido un deseo de convertir lo que ES en lo que DEBE SER. Es tal la inspiración de la tecnología.
La tecnología persigue, desde su concepción más amplia, la facilitación de la adaptación al medio ambiente y la satisfacción de las necesidades esenciales y los deseos de la humanidad. En los deseos de la humanidad yace el DEBER SER. Es aquí en donde el concepto de dios como síntesis comienza a esclarecerse. Pues la tecnología es un impulso por minimizar la brecha entre una condición ideal y una real (de la forma más óptima con los recursos disponibles), y es a la vez la aplicación de la Razón Pura de acuerdo a la Razón Práctica.
La idea de progreso está presente en la metafísica porque supone una transición del SER al DEBER SER. Es decir que la consciencia moral o Razón Práctica del hombre busca materializar un DEBER SER particular a través de la Razón Pura (Conocimiento científico-tecnológico), que es el conocimiento del SER así como sus posibles transformaciones.
Conclusión
¿Qué ocurre si el SER ya existe como es y no puede llegar a ser lo que persigue el DEBER SER humano? La idea de dios como síntesis imposible de estos dos términos permea toda la actividad humana. Esta idea está presente no sólo como núcleo de las religiones que buscan superar la determinación de los fenómenos físicos sobre la consciencia moral (a través de la Fe), sino como la inspiración de la ciencia por aproximarse mejor al mundo y el esfuerzo de la tecnología por materializar cada vez más mejores condiciones para los seres humanos. La idea de dios en este sentido sintético, implica que en cierto momento el ser humano llegará al final de la serie infinita, y esto a su vez significa que la serie es convergente. ¿Pero entonces cuál es el verdadero dios? ¿Qué ocurriría si la serie converge a una función periódica, a una onda compleja? ¿En qué punto estamos si no converge, o si la convergencia es múltiple (no-convergencia, comportamiento rizomático)? ¿Y si la serie converge a un imaginario?